Maderas procedentes del hemisferio norte o de zonas templadas del continente europeo. Dentro de esta clasificación, encontramos dos subfamilias dependiendo del árbol del que se origina la madera: * Maderas frondosas: son las más habituales para la fabricación de muebles, ebanistería y revestimientos de madera. El Roble es una de las más nobles del grupo, aunque en esta tipología también encontramos maderas como Haya, Fresno, Nogal, Olmo, Cerezo o Encina. * Maderas coníferas (resinosas): son de las más utilizadas sobre todo en construcción, carpintería y ebanistería. La mayoría pertenecen a la subdivisión de maderas blandas. El Pino, el Abeto o el Cedro son algunos representantes de las resinosas. El Pino, por ejemplo, es una variedad fundamental para la industria maderera. En la UE, la madera proveniente de coníferas representa el 67% del total siendo los principales productores Suecia, Finlandia, Alemania, Francia y Polonia. Para suplir las necesidades de la UE, se importa importantes cantidades de madera ya que hay determinadas especies de madera que no se producen en nuestros bosques. En líneas generales, cerca de un 80% del consumo de madera de Europa tiene su origen en la propia UE.